martes, 27 de marzo de 2012

Proceso de integración en la costa caribe colombiana: Antecedentes y posibilidades


Por: Luis Angel Pérez Ruiz, Estudiante Sincelejano de Ciencia Política, Universidad de Antioquía, Medellín. @luisangelsjo





En Colombia pueden hallarse numerosas tensiones entre las regiones y el poder central heredadas desde la colonia, por el deseo de establecer un poder centralizado sobre unas regiones vastas imposibles de unificar bajo una misma fuerza; Dentro de estos procesos, históricamente el Caribe Colombiano ha sido abanderado en el país, debido a sus tempranas desavenencias con el poder central, y sus continuas aspiraciones de autonomía desde la época de la independencia y aún siendo posible rastrear históricamente estas desde la Colonia. Esta Región, constituida por ocho departamentos a saber: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Guajira, Magdalena, San Andrés y Sucre,  se ha establecido como un territorio continuo cultural e histórico; además de una región socio geográfica sin que haya tenido que existir de por medio una estructura administrativa e institucional que la integre; esto debido tanto a la debilidad en ocasiones de la unidad regional, como a la organización centralista del país y las políticas concentradoras del poder de los  gobernantes de la capital.  Han sido casi doscientos años de reclamos intermitentes pero que confluyen siempre en un mismo propósito, la autonomía de una región, que a pesar de sus múltiples diferencias internas se auto reconoce como tal.
Desde 1820 la región costeña empieza a distanciarse de Santafé, y con manifestaciones populares se hace visible un sentimiento separatista entre los habitantes de Cartagena y toda la provincia adyacente.  Dice Gustavo Bell que “a partir de 1821 los costeños empezaron a pertenecer a una región diferente a otras regiones del país, incluso muchos han llegado a asegurar […] que quizás la única región en Colombia es la región costeña”[1]
Juan José Nieto, Gobernador del estado de Bolívar, manifestaba que “ninguno podrá negar la oposición de intereses que hay entre las provincias de la costa y el centro” [2]acuñando el término La Costa que aparece por primera vez en una carta dirigida al General Santander  en el que Nieto exponía las ventajas de un sistema federal para la región costeña. Desde entonces este término ha sido transversal en todas las discusiones y discursos político territoriales del país.
Otro momento que mostró los intereses regionalistas fue durante la guerra civil de los supremos (1840-1842), en la cual cinco provincias de la costa a saber: Manzanares, Cibeles, Cartagena, Mompox y Riohacha, decidieron  separarse de la Republica de la Nueva Granada y  convertirse en estados soberanos independientes.   En 1875 se da el último acontecimiento regionalista del siglo XIX, cuando se reúnen en Bogotá y luego en Barranquilla la Sociedad de representantes de la costa Atlántica que buscaba reunir apoyo de diversos sectores políticos, económicos y sociales con el fin de apoyar la candidatura  de Rafael Núñez a la presidencia, dándole un carácter regionalista a estas elecciones. Esta asociación de parlamentarios sucumbió a lo coyuntural y se disolvió luego del proceso de  la campaña.
En la segunda década del siglo XX se realiza en la ciudad de Barranquilla la primera asamblea de la liga costeña en 1919 con la participación de grupos políticos y empresariales de los departamentos de Bolívar, Atlántico, Magdalena, Chocó y Guajira[3], las cuales contaban con los periódicos regionales como medio de difusión de sus objetivos, que giraban principalmente en torno al factor económico, y más específicamente a las condiciones de navegabilidad del río Magdalena. El memorial que presentó la Liga Costeña a la Cámara de Representantes en 1919 fue una demostración de acuerdo regional, donde se identificaron políticas comunes y se superaron tradicionales rencillas internas.[4]

En el asunto de la lucha de poderes centrales versus regionales, probablemente nada cuenta con mayor importancia en tanto sinónimo de logro para las regiones, que la Constitución  de 1991, donde los artículos 306 (Región Administrativa y de Planificación R.A.P.) y 307 (Región Entidad Territorial R.E.T.) Representan un gran avance en comparación a la Constitución de 1886, rompiendo el molde centralista, al menos en la formalidad, aun cuando en la práctica esto no tenga ningún efecto práctico hasta el momento.
Durante los últimos años se dio un proceso aun más acentuado dentro de la región Caribe, en lo concerniente a lograr una mayor autonomía en relación al poder central. El tema llega al Siglo XXI con la firma de El Compromiso Caribe, el cual es firmado el 2 de noviembre de 2007, por académicos, empresarios, políticos, trabajadores, representantes de comunidades étnicas, estudiantes, técnicos y expertos provenientes de los ocho departamentos de la región Caribe de Colombia, quienes decidieron trabajar para promover la discusión sobre las disparidades regionales del país. Se reconoce la persistencia de brechas entre las regiones y se plantean propuestas y compromisos. Con el liderazgo del Gobernador del Departamento del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, constituyente de 1991, y uno de los promotores de las regiones en dicha constitución,  el 29 de enero de 2008 se expide la “Declaración de Cartagena”, en donde los Gobernadores y los alcaldes, por unanimidad, “asumen los compromisos formales de Desarrollar todas las actividades tendientes a la constitución de la Región Caribe como una sola persona jurídica de derecho público y con autonomía administrativa y patrimonial.
Se presentó así, ante el Consejo Nacional Electoral un texto para la papeleta. Finalmente se convoca la consulta del voto Caribe para el 14 de marzo de 2010, en la cual los ciudadanos de todo el país que así lo desearan podrían introducir una papeleta que contenía el siguiente texto aprobado por el CNE.
“Voto a favor de la constitución de la Región Caribe como una entidad territorial de derecho público, con autonomía, para que promueva un desarrollo económico y social en nuestro territorio, dentro del Estado y la Constitución colombiana”.
Durante estas votaciones se logran obtener 2’502.726 votos Superando con creces la meta de Un Millón de votos, Los extremos son Sucre donde se quintuplica la meta y San Andrés donde no se alcanza. Luego de este proceso electoral, El Presidente Juan Manuel Santos se comprometió con los gobernadores del Caribe Colombiano a presentar un proyecto de ley de Ordenamiento Territorial, el cual efectivamente fue aprobado por el Congreso, pero que genero muchas discordias con los gobernadores puesto que consideraban que este no estaba en concordancia con lo aprobado por los ciudadanos en el Voto Caribe. Por lo que ha generado numerosas controversias del poder central con los gobernadores de la costa, y entre estos y los del resto del país. Por ello el proceso aun no acaba, y la opinión frente al tema sigue generándose, esperando la aplicación de esta ley.



[1] RESTREPO ARTEAGA, Juan Guillermo. El Caribe colombiano: aproximación a la región y al regionalismo. Documentos CERES, No 17, Barranquilla, Ediciones UniNorte, 2000, Pág. 47
[2] POSADA CARBO, Eduardo. El regionalismo Político en la Costa Caribe. En: el rezago de a costa Caribe colombiana, Banco de la Republica, 1999. Pág., 332.
[3] RESTREPO A, Juan Guillermo. Región o regionalismo ¿autonomía o integración? En: revista bitácora urbana territorial. Vol. 1, No 8. pág. 48

[4] POSADA CARBO, Eduardo. Identidad y conflicto en la formación de la regionalidad 1900-1930 (1). Disponible en:
http://ciruelo.uninorte.edu.co/pdf/huellas/7/Huellas_7_1_IdentidadyConflictoenlaFormaciondelaRegionalidad.pdf

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